miércoles, 3 de agosto de 2011

La celiaquía en la niñez y la adolescencia

En la niñez
La edad en que el niño comienza a sociabilizarse, logrando mayor independencia de los padres ya sea para concurrir a la guardería, jardín de infantes, escuela, club; genera un gran desafío y ansiedad por parte de los padres. Los niños estarán expuestos a alimentos que no pueden consumir y estarán al cuidado de otras personas. En este caso es fundamental educar a los individuos que estarán en contacto con el niño para que puedan colaborar con el tratamiento.

Se debe aconsejar a los padres tener una comunicación con docentes o adultos responsables del niño para informarle acerca de la enfermedad y de los cuidados necesarios. Es importante administrarle un listado de los productos permitidos para que puedan manejarse con mayor tranquilidad. La actitud de los docentes es de suma importancia para mantener informados al resto de los niños, a los padres de otros niños, y para lograr que el niño celíaco sienta apoyo pero no discriminación. Es importante que en el hogar no consuman todos la dieta libre de prolaminas tóxicas (DLPT) si es que no son celíacos. Esto en lugar de ayudar resulta contraproducente ya que el niño observa que su comida es la misma que la del resto y esto lo confunde cuando debe alimentarse fuera de su casa y sus padres no están con él. Debe entender que su comida es especial.

El niño celíaco debe acostumbrarse a estar expuesto a alimentos que no puede consumir y  debe aprender, con el apoyo del adulto, a manejar estas situaciones. El mensaje de los padres debe ser claro y darle seguridad al niño. Nunca desde una actitud de pena, sobreprotección ni de aislamiento. El niño celíaco debe entender que hay cosas que no puede comer y que debe consultar a algún mayor ante la ingesta de un alimento nuevo o que le genere dudas. En general los niños pequeños, luego de haber pasado un tiempo de adaptación a la DLPT, no intentan comer lo que no pueden. Los padres deberán informar y tomar precauciones para darles seguridad a los niños celíacos.

En la adolescencia
La adhesión a la dieta es sin dudas más fácil en niños pequeños que en adolescentes y hasta a veces en adultos. En la adolescencia existe una tendencia de los jóvenes a integrarse a grupos de pares y adoptar o copiar hábitos semejantes. Las reuniones grupales o salidas son frecuentes y muchas veces suelen presentar dificultades para asumir sus diferencias alimentarias. En las consultas hospitalarias es muy frecuente observar las recaídas de la enfermedad en esta etapa ya sea por abandono de la dieta o por frecuentes transgresiones alimentarias; como resultado de rehusarse a aceptar la condición de ser celíacos. Si bien no existen muchos estudios que investiguen el cumplimiento de la dieta por parte de los celíacos, se sabe que entre los adolescentes sólo el 60- 75% realiza el tratamiento en forma correcta; a pesar de que a esta edad el paciente ya cuenta por lo general con una correcta información sobre su condición.

Motivos de incumplimiento de la dieta:
· Involuntario: pan de comunión, medicamentos (excipientes con prolaminas tóxicas), recubrimiento de alimentos, aditivos en los alimentos.

· Voluntario: rechazo de la enfermedad, miedo a «ser diferente», no notar síntomas ante la trasgresión. (Fuente: http://www.ub.edu.ar/investigaciones/tesinas/188_ortiz.pdf)

El adolescente celíaco pasa por una etapa de cambios al igual que cualquier otro adolescente; es una etapa duradera en la que aparecen ciertos cambios, ya que toma conciencia de su individualidad y empieza a experimentar. En esta etapa tiene más necesidad de amigos  y comienzan los sentimientos amorosos, además de que presenta una tendencia a alejarse del núcleo familiar.
Tienen mayor sensibilidad a las críticas y opiniones de los demás, se preocupa por su aspecto físico y afianza su identidad a través de la moda y el grupo de amigos, gustos y comportamiento.
El adolescente celíaco debe de cumplir unas normas estrictas que le condicionan y le suponen ciertos conflictos ante sus amigos, ya que comer una pizza o una hamburguesa es complicado; a todo esto se une el miedo que sienten sus padres y que le recuerdan constantemente la necesidad de seguir la dieta.

La familia le proporciona información sobre la enfermedad, ayudándole a identificar las conductas adecuadas e inapropiadas y educándolo en la responsabilidad. Además le aclara las ideas erróneas y promueve su autonomía mediante la toma de decisiones.
Se debe de entender que si el diagnóstico es reciente puede reaccionar con ansiedad y rabia, puntos que deben de vigilarse para que no se cronifiquen.


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